Han sido más de dos meses alejados de todo: la gente a la que queremos, nuestras rutinas diarias, los coles de los más pequeños, nuestros lugares del trabajo. Pero la pandemia va amainando y entre la “nueva normalidad” y la llegada del verano las cosas vuelven poco a poco a su lugar. Así ha sido también en ACTAYS y con la llegada de junio por fin regresamos al hospital.
La semana pasada pudimos volver a reunirnos personalmente con los equipos de Neurología y de la UCI, las dos áreas en las que realizamos nuestro programa de intervención psico-social, y pusimos todo a punto para regresar a la UCI, servicio en el que más intensamente han vivido el impacto que ha tenido la Covid-19 en el Hospital Niño Jesús de Madrid.
Con el regreso a la UCI además, el hospital ha retomado de nuevo el innovador programa en el que participa ACTAYS para la detección y seguimiento del Síndrome Post-Cuidados Intensivos Pediátricos, iniciado a principios de este año. Un programa que tiene como objetivo detectar alteraciones emocionales y traumáticas en las familias que han estado ingresadas en la UCI, que se enmarca en el Plan de Humanización de asistencia sanitaria y cuenta con un equipo multidisciplinar coordinado por el hospital.
Este programa además cobra mayor trascendencia después de la pandemia del coronavirus, ya que todos los pacientes que hemos atendido desde nuestro regreso son pacientes pediátricos que han pasado el coronavirus, por lo que la novedad de la pandemia y el desconocimiento de este nuevo virus nos obligan a poner más atención en la vivencia de estas familias.