El próximo 20 de mayo se celebra el Ironman de Lanzarote, un evento extremo en el que un triatleta discapacitado competirá para recaudar fondos para la Asociación ACTAYS.
Norberto Chávez Oliva es un tinerfeño que en 2008, con treinta años de edad, sufrió un accidente de moto que paralizó su cuerpo de cintura para abajo y lo condenó a partir de entonces a una silla de ruedas. Después de pasar 9 meses ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, sus inquietudes lo llevaron a interesarse por el atletismo adaptado, convirtiéndose en el primer Triatleta en silla de ruedas de Canarias.
Empezó a participar en pruebas deportivas a finales de 2009 en la carrera de San Silvestre lagunera y desde entonces acumula un impresionante palmarés. Su próximo desafío será participar en el IronMan de Lanzarote que se celebra en mayo y que correrá en honor a Liam Fumero, el único afectado por la enfermedad de Tay-Sachs en las Islas Canarias.
Norberto conoció a Liam y a su familia en 2016 y se decidió a competir por esta causa cuando supo que la familia participa activamente en la recaudación de fondos para ACTAYS, y tras haber participado en numerosos eventos realizados en las islas, consciente de la importancia que tienen este tipo de iniciativas para la asociación.
El desafío es doble, ya que el triatleta se dispone a recaudar fondos para la investigación científica promovida por ACTAYS, a través de la plataforma solidaria de migranodearena (https://www.migranodearena.org/es/reto/15328/el-guerrero-con-caballo-de-metal-ironman-lanzarote-2017/).
Esta prueba tiene reputación de ser uno de los eventos IRONMAN más duros del mundo. Su desarrollo consta de 3.800 metros a nado, 180 kilómetros en bicicleta adaptada y 42 kilómetros en silla de ruedas, que comienzan en Playa Grande, en Puerto del Carmen y terminan a lo largo del paseo marítimo en la Avenida de las Playas.